Canada, todo naturaleza

Cuando salimos de Corea, el vuelo se retrasó unas horas (6) y eso hizo que perdiéramos la conexión a Vancouver, pero tuvimos suerte y nos metieron en otro vuelo a la carrera. El caso es que llegamos bien, solo 2 horas mas tarde de lo previsto, pero nuestro equipaje se quedó por el camino. Así que nos tocó poner una reclamación ya que no llegaron ninguno de los 4 bultos.

Una vez hecho todo el papeleo, pisamos suelo canadiense. Hay una estación de metro en el aeropuerto que cobra un montón extra por montar ahí, sale mejor comprar un ticket de día (que también vale para el autobús) en vez de el de un uso.

Y llegamos a casa de nuestros amigos Saheed y Brigitte, que los que nos siguen los recordarán de cuando los conocimos en India.

Increíble pareja con los que pasamos unos días conociendo la ciudad y a sus amigos.

4 días mas tarde apareció nuestro equipaje al completo (menos mal), pero al final todo ha salido mejor de lo esperado, ya que gracias a la compensación por retraso de equipaje de la tarjeta de crédito con la que pagamos los vuelos, hemos renovado un montón de nuestro vestuario gratis.

Por cierto, no vinieron las dos bicis al completo porque no mandamos mi cuadro ni mis ruedas, teníamos otro un poco mas gordo esperándonos en Vancouver, je je je…

Y después de 10 días estupendos con gente inmejorable, había que ponerse rumbo al este. Decidimos ir por la highway 3 o «crownest hightway» (como se la conoce coloquialmente).

Hay un carril bici que atraviesa todo Vancouver y sigue por la nacional 7 (hasta que enlaza con 3 en Hope), es la única vía para salir en bici de la ciudad hacia el este.

La comunidad de warmashowers en Canadá es enorme y tenemos que dar las gracias a todos ellos porque de otra manera no hubiéramos tenido una experiencia parecida.

Richard y su mujer nos alojaron en Mission, nos dieron una buena cena y estuvimos hablando de cosas se su próximo viaje a Italia.

Seguimos hasta Chilliwack, donde pasamos unos días con Ian y sus amigos, increíbles todos.

Todavía no hemos mencionado que aquí todo es a lo grande ¿verdad?

Desayuno rico, bacon con sirope de arce (o maple syrup).

Por un montón de casas que pasamos (casi todo el mundo vive en casa) vemos unas mega autocaravanas aparcadas fuera.

Al norte de Chilliwack junto al rio Frazer hay una pista buena para seguirla en bici hasta el puente hacia Agassiz (se llama Canyon to coas trail y viene señalizado en la aplicación maps.me), merece la pena seguirlo.

En Hope dejamos la highway 7 y cogemos la 3, a las montañas!!! Todos los pueblos por esta zona parecen sacados de las películas del oeste, la mayoría son pueblos mineros (de cobre u oro) del siglo XIX.

A partir de aquí la carretera es siempre un sube y baja (no así las pistas).

En muchos sitios hay papeleras especiales para que los animales no las abran, un sitio perfecto (abriéndolas por detrás) para guardar nuestra comida y no tenerla en la tienda para no llamar la atención de los osos.

Aparte del spray para osos es muy importante el de mosquitos, los hay a miles.

Siempre hay tiempo para hacer un poco el tonto, je je je…

Este día acampamos donde está Veronika, menudo sitio para cenar y dormir en Keremeos.

El 1 de Julio (día de Canadá) llegamos a Osoyoos, y estaba hasta arriba de gente, así que empezamos a subir el puerto y acampamos en la ladera con unas preciosas vistas para ver los fuegos artificiales que había a la noche.

Acampamos aquí. Y para sorpresa (mala) cuando entramos al sitio para campar con las bicis, nos dimos cuenta demasiado tarde de que había un montón de cactus que nos agujerearon las ruedas. El resultado fue un montón de mini pinchazos y 4 cámaras a la basura. No merecía la pena repararlas porque no nos llegarían los parches.

Al llegar a Rock Creek vimos que había una via verde por donde iba el antiguo ferrocarril y decidimos seguirla.

Al principio parecía un poco «estrecha».

Debido a las inundaciones de hace 3 semanas hay algún que otro árbol caído, pero por lo demás, perfecto. Lo bueno de estas vias es que tienen entre un 0 y 2% de desnivel como máximo.

El museo del ferrocarril en Midway.

Llegamos a Greenwood, donde nos esperaba Mark, un voluntario del departamento anti incendios de la zona, nos estuvo enseñando el pueblo y alrededores.

Es muy común (nos pasaba todos los días) ver ciervos en los pueblos o ciudades por las calles y parques.

El tramo de la vía verde entre Greenwood y Grand Forks es especialmente bonito, con túneles….

E incluso antiguas estaciones donde dentro había mesa y literas para dormir, todo acondicionado y limpio.

Y llegamos a Cristina Lake, donde nos espera la familia Paquette, tan locos como nosotros!!!!! Menudos días que pasamos con ellos, Susanne es genial y Mark también (aparte de ser un buen cocinero, ya me ha ganado con eso).

Comprando buena comida…

Fuimos con ellos a ver un concierto en directo.

Visitamos los alrededores del lago.

Y en su casa recargamos energía de la buena.

Una gente a la que igual volveremos a ver en algún lugar, gracias chicos. Pero teníamos que seguir en dirección a Rossland.

Rossland en verano en un paraíso del enduro en mountain bike y en invierno una estación de sky.

Aquí estuvimos un par de días con Jodie y Angus, disfrutando de la cerveza local y una tortilla de patatas de las nuestras.

Desde Rossland se puede bajar hasta la ciudad de Trail por la carretera o por una pista fenomenal, ya sabéis por donde fuimos nosotros ¿no?

Antes de llegar a Creston hay un puerto del que nos habían hablado mucho, y todos coincidían en que es muy duro. Así que acampamos en un precioso sitio justo al empezar la subida para salir pronto por la mañana.

Nos vino a visitar una mofeta que por suerte no se asustó y no nos dejó el lugar «infectado». Justo cuando salimos por la mañana por delante nuestro cruzó un oso negro de izquierda a derecha, esto está lleno de bichos!!!!

La subida es larga y con pendiente continua entre un 7-8.5%

Pero nada que no se pueda subir fácilmente con ruedas de 4.8 pulgadas cargado a tope y con un desarrollo 28+11-36.

Justo arriba hay una zona para reponer fuerzas.

Bajando había algunas obras y aquí son un poco… El caso es que nos obligaron a poner todo en un coche y llevarnos 8km.

En Creston hacía mucho calor y llegamos a casa de Jan y Zacharias que nos ayudaron a refrescarnos con unas cervecitas.

Y casualidades de la vida, encontrarse con antiguos compañeros de trabajo en un sitio tan lejano. Edu y Nuria viajando por el mundo en su autocaravana (si quereis informacion sobre como acerlo o sobre ellos podeis seguirlos aqui). Bonita sorpresa y un montón de cosas que contarnos después de tanto tiempo sin vernos.

Estos tienen de todo, hasta paellera. Cuanto tiempo sin probar una.

Hemos disfrutado mucho el mas de un mes que hemos estado en Canadá, la gente fenomenal, la vida salvaje una pasada y bonitos paisajes. No se puede pedir mas.

Es 17 de Julio y estamos a 11 km de la frontera de Estados Unidos, aquí la gente nos dice que al otro lado la gente está vestida de paramilitar, llevan armas y están locos. Habrá que pasar a ver si es verdad.

11 comentarios sobre “Canada, todo naturaleza

  1. Estimado Phileas Fogg y compaña…. No me va a valer que saltéis el charco en barco o en avión para volver a casa. Ya estáis pensando en como ponerle patines a las bicis para poder venir pedaleando sobre las aguas del mar océano… No me valen excusas.

    Me ha hecho gracia lo de la tortilla de patatas y la paella… Al oso le ha faltado foto, no habéis estado rápidos….

    Que sí, que ya sé que todavía queda mucho… Miedo me da pensar que os de por llegar a la Patagonia. Capaces sois porque tú eres de Bilbao y todo se pega.

    besos mil para los dos. Ánimo que ya solo queda Norteamérica del norte y Sudamérica del sur…. 😛 😛 😛

    Paloma.

  2. Ese día nos tenemos que juntar para una paella, una tortilla papas, un salmorejo, unos espetos, un bocatalomo y demás comistrajos típical spanish. A estas horas ya le habréis perdido el paladar y habrá que reeducarlo. Voy reservando mesa para dentro de un año…. por lo menos. 🙂

    Ah….. y unas croquetas, por dios, unas croquetas…. 🙂

    1. Ah, ya veo… después de dar la vuelta al mundo en bici, volvéis a casa. Toda una experiencia para nunca olvidar. Gracias por haberla compartido con todos nosotros, la hemos disfrutado mucho.

      Eso sí…. no dejéis de contarnos cosas!!

      Besos mil!

      Palo.

      1. je je je, no te preocupes, en breve escribiré nuestro último capitulo de este viaje, que no será el último.

      2. Miedo me da… jajajaja!!! Esperaré pacientemente el relato final de vuestra primera vuelta al mundo. A ver que se os ocurre ahora….

        Besos mil para los dos!

        Yo.

        🙂

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